¿Qué es?
La Enfermedad de Parkinson (EP) es comúnmente descrita como una condición neurodegenerativa que afecta a la Parte (pars) Compacta de la Sustancia Negra (SN) en el Mesencéfalo (cerebro medio). La Sustancia Negra es parte de un conjunto de estructuras conocidas como Ganglios o Núcleos basales, que están ubicados en la profundidad del cerebro y que forman una compleja red de circuitos de neuronas que mantienen una comunicación constante con otras áreas del cerebro llamadas “superiores”, como la corteza motora o el hipocampo, por ejemplo.
En la EP tenemos un mal funcionamiento de las neuronas productoras de Dopamina de la parte compacta de la Sustancia Negra. Este mal funcionamiento lleva por consiguiente a la muerte de dichas neuronas con la eventual baja en la producción de Dopamina a tal punto que el sistema ya no es capaz de ejercer un control efectivo sobre el movimiento, apareciendo los clásicos síntomas motores de la enfermedad. Este sistema de control del movimiento es extremadamente eficiente, tanto así que se necesita que haya un daño de aproximadamente un 70% de las neuronas de la parte compacta de la SN para que recién entonces la persona experimente los primeros síntomas motores.
Debes saber:

EP no es lo mismo que Alzheimer:
Si bien a nivel celular y molecular estas condiciones tienen varias similitudes, sus procesos afectan de manera diferente al sistema nervioso y comprometen el funcionamiento de estructuras distintas, por tanto, sus síntomas, evolución, pronóstico y tratamiento son distintos.

La EP no es
sólo motora:
Si bien los síntomas motores son los más visibles, el Parkinson puede también afectar otros sistemas, como la respuesta emocional, el sistema nervioso autónomo y la organización de la conducta.

No existen dos
casos iguales:
Aunque existen ciertas características comunes que están presentes en todos los pacientes, la gran cantidad de síntomas y las diferentes magnitudes en que estos pueden presentarse hacen que cada persona experimente la enfermedad de una forma diferente y personal.

El ejercicio ES tratamiento:
El ejercicio no es una terapia alternativa como muchas veces se dice, efectivamente es un tratamiento. Sus numerosos efectos positivos impactan sobre múltiples áreas y funciones cerebrales, complementando y potenciando la acción de los medicamentos.
Síntomas
La Enfermedad de Parkinson puede cursar con síntomas muy diversos, siendo aquellos que comprometen el movimiento los más clásicos. Éstos comienzan más comúnmente afectando solo a un lado del cuerpo, progresando con el tiempo hacia el otro lado y hacia el eje del cuerpo. Es importante que sepas que esta progresión no se presenta de la misma forma en todas las personas con la enfermedad ni con los mismos tiempos, pudiendo incluso estancarse en algunos casos.
Los síntomas motores son tardíos, a menudo precedidos por síntomas no motores inespecíficos como problemas de sueño, poca percepción de olores, estreñimiento y frecuentes cambios de ánimo. Sin embargo, la aparición en forma aislada de cualquiera de estos síntomas no es predictor de desarrollo de la enfermedad; el proceso de diagnóstico es complejo y considera varios factores.
Cuatro síntomas motores están presentes en la mayoría de los casos y contribuyen a establecer el diagnóstico de la enfermedad, razón por la cual se conocen como “síntomas cardinales”.

1: Bradicinesia (lentitud de movimiento) | 2: Rigidez | 3: Temblor de reposo | 4: Inestabilidad postural
Rehabilitación
Los medicamentos para el control de síntomas de la enfermedad son la base del tratamiento médico, pero la verdadera rehabilitación va mucho más allá de eso. Será mejor mientras más completa sea y mientras más responda a las necesidades personales de cada persona con Enfermedad de Parkinson. La evidencia científica más reciente sugiere que, además de los medicamentos, los pacientes deberían tener acceso a las siguientes alternativas/actividades para complementar y fortalecer su proceso de rehabilitación continua: